Fredy Olave fue escogido por la Asociación Malleco como el Mejor Arreglador de la Temporada 2019-2020 debido a su excelente labor con ejemplares nuevos. Por ese motivo conversó con la sección "Secretos del Arreglo" de Caballoyrodeo.cl, contando sus orígenes en el oficio, su forma de trabajo, sus preferencias en el bocado y sus referentes.

- ¿Contento por este premio que le entregó la Asociación Malleco?

"La verdad es que es bonito cuando reconocen a uno lo que hace, porque hay que dedicar harto tiempo para los caballos, sobre todo para los caballos nuevos que empiezan de cero. Es importante y uno lo agradece".

- ¿Cuánto tiempo lleva dedicado a los caballos?

"Varios años. Más o menos unos 30 años".

- ¿Cómo partió? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo fueron sus inicios?

"Me inicié ayudando a mis hijos que corrían a la vaca. Yo hice el servicio militar y tuve buena acogida como jinete, porque hice equitación en Angol. Me gustaron los caballos, porque nosotros no éramos de caballos en la familia. Ahí me empezaron a gustar los caballos. Tuve la suerte de tener algunos profesores que me enseñaron y ahí comencé a trabajar. Ahora estoy dedicado a los caballos nuevos, ya no corro mucho. Salgo a correr cuando están en condiciones. Corro con un hijo cuando podemos correr, porque está difícil ahora salir a correr".

- ¿Con quién trabaja actualmente?

"No, yo trabajo particular. Tengo la suerte que mis padres me dejaron un pedacito de tierra, así que ahí tengo todas mis cosas. Tengo una medialuna, pesebreras y todo para trabajar caballos. Así que ahí estamos tranquilos. Me gusta tener pocos caballos, en estos momentos tengo seis caballos solamente, porque lo importante es trabajar bien los caballos. Uno tiene que ser agradecido de los jefes que los mandan a trabajar caballos a unos. He tenido la suerte que me han llegado caballos de buena clase, que es lo más importante, porque ahí uno trabaja menos".

- ¿Cómo usted empieza un caballo?, ¿Qué ejercicios le realiza?

"Lo primero es hacerle boca y que aprenda a hacer sus ejercicios bien, porque no es llegar y hacer un caballo. La verdad es que me dicen que soy un poco lento, pero es porque me preocupo que el caballo sea bien trabajado de la boca primero y de ahí empiezo a hacerle postura y luego el topeo. Cuando aprendí, tuve la suerte de llegar al Criadero Peleco. Yo ya me creía arreglador, pero la verdad es que estaba hasta la mitad o un cuarto a lo mejor también. Ahí me enseñó don Rubén (Valdebenito) como se podría trabajar los caballos lentamente. Eso lo tengo grabado para siempre. Primero hay que enseñarle lo bocal y después recién empieza uno a avanzar.

A don Rubén le gusta que los caballos, le gustaba porque ahora manda Gustavo (Valdebenito). Primero que se le buscara la boca del caballo, se trabajara tres meses y luego se soltara. Recién empezáramos a pensar en el topeo y esperar un caballo. No es nada trabajar y sacar un caballo, hay que esperarlo. Y hay caballos que se esperan más que otros.

Tengo un ejemplo clarito ahora: Mi hijo compró una yegua que es hija del Romario, que es nieta del Escorpión, una yegua muy habilosa. He trabajado caballos habilosos, dos en la vida. El Quillico, que era de Peleco, y esta yegua que es muy buena. En un mes y medio no más la echamos al toro, pero ahora la vamos a soltar, porque es muy habilosa. Los caballos habilosos son buenos para aprender, pero también para terminarse".

- ¿Qué herramienta utiliza usted para partir?

"Yo tengo un riendero 1.8 y un filete, tengo distintos filetes incluso, tengo algunos de cobre y puros ejemplares. Cuando entrego los caballos al patrón, seguramente habrá alguien que le quiera poner más fierro, pero yo los entrego así".

- ¿Hay algún arreglador que admire o que tenga de ejemplo?

"Hay muchos arregladores que sacan caballos. Yo admiro a uno que es conocido que es Marcelo Rivas, sacador de caballos. Y viejos grandes hay hartos. Pero creo que arregladores, arregladores, quedan pocos, porque a la gente les gusta la cosa rápida. Al jinete lo contratan por los resultados, entonces hay poca gente que le gusta trabajar caballos, porque a los cinco años los están corriendo y a los seis ya no sirven. Cuando yo aprendí, y le agradezco mucho, a René Guzmán. Somos conocidos. El medio muchas charlas y me dijo admirarlo. Uno tiene que mirar las cosas buenas que hacen los demás".

- ¿Qué le aconsejaría a los más jóvenes que están empezando en el oficio del arreglo?

"Que le tengan tiempo y paciencia a los caballos, porque caballos rápidos aguantan, pero generalmente se van también rápido. Se ha visto. Los que miramos los rodeos nos damos cuenta que hay caballos que tienen un año bueno y al otro no se ven. Pero cada cual tiene su forma y también los resultados que obtienen con sus caballos. A mí muchos me molestan con que soy lento para sacar caballos, pero me quedo con eso no más y les digo que a mí no me gusta sacar caballos rápidos. Así que al que le gusta, me lo deja y el que no, se lo lleva. Pero me va bien, incluso de Coyhaique me mandaron una collera de caballos hace dos meses atrás y yo creo que por algo será".