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Tío Quelo, una historia viviente del rodeo que aún trabaja caballos

Tío Quelo, una historia viviente del rodeo que aún trabaja caballos
Fotos: Julio Fernández.
A los 92 años este corralero de Ñuble sigue disfrutando de sus grandes pasiones.

Por Julio Fernández Concha

Pocas familias ligadas al rodeo y la crianza del caballo chileno, pueden  decir con orgullo que uno de sus integrantes ha sido y seguirá siendo un ejemplo para la juventud y que tiene un lugar muy bien ganado en la historia del rodeo en Ñuble y Chile.

Exequiel Dinamarca Ubilla (92 años), es un corralero de tomo y lomo, que a su edad aún trabaja los caballos de su propiedad y de sus hijos, para él no hay invierno ni verano, el frío, la lluvia, el calor no son impedimentos para realizar su habitual trabajo, a veces con sus hijos, incluso con su nieta Trini, la que pese a su corta edad, tiene un gran amor por los caballos.

Conversar con él, es sinónimo de anécdotas, historias, de su pasado en el rodeo, es algo muy agradable, que entretiene, el tiempo pasa sin darse cuenta.

Lo visitamos en su Criadero Nahueltoro, ubicado en los Bajos de Reloca, a 10 kilómetros de Chillán.

Al iniciar la conversación,, la emoción de los recuerdos se ve reflejada en su rostro de hombre sencillo, cordial y amable, tan típico de las personas nobles y sinceras, del genuino  hombre de campo.

Integrante de una familia corralera por excelencia, el Tío Quelo, es hijo de Luis Dinamarca Valenzuela y Mercedes Ubilla Gómez, casado con Lilian Muñoz Muñoz, de cuyo matrimonio nacieron 6 hijos, Juan Exequiel, Ignacio, Lilian, Rodrigo, María José y Jimena, de los cuales hay 14 nietos.

Al hablar de sus comienzos en el rodeo, dice: "Uf, allá por 1950, corriendo con uno de mis hermanos, no recuerdo con cual, si Lucho o Renato, ambos fueron mis compañeros de la vida, corrí con los dos, y tuve mucha suerte, porque ambos tenían buenos caballos".

- ¿Quién ganó más rodeos?

"Yo, porque corría con los dos", dice sonriendo.

Con mucha nostalgia recuerda los rodeos de antaño: "Eran más familiar, de compartir, eran  de menos capital, en esos tiempos los caballos eran baratos, los rodeos también, hoy es más difícil ser corralero, aunque hay muchos más, porque es más caro, las inscripciones son caras, hay factores que influyen en ello, la falta de ganado, cada vez hay menos novillos para correr y hay que arrendar, pero los huasos se las han arreglado para poder correr. Los agricultores corremos hacemos por deporte, por disfrutar, pero hay otros que disponen de capital, lo practican pero las aspiraciones son mayores".

Otra de las cosas que destaca es la diferencia en el rodeo de antaño y el de ahora: "El rodeo es uno solo, el antiguo, era más familiar, de más compartir, uno movía los caballos, se disfrutaba plenamente, ahora está mucho más competitivo, se gasta mucho dinero en la contratación de arregladores y jinetes, en muchos casos es una empresa, de vender y comprar caballos buenos a precios muy altos, uno no puede hacer eso".

También nos cuenta el secreto para llegar a su edad y aun moviendo caballos: "La edad no es privativa para seguir siendo corralero y ansioso de otras cosas, el que quiere ser viejo tiene que pararse, y el que no, tiene que estar en actividad, y hacer lo que hacen los más jóvenes, la juventud va por dentro, pero para ello también tiene que acompañarlo la salud".

La aparición de jinetes jóvenes también tiene su opinión: "Han aparecido hartos y buenos, es el recambio natural, es bueno".

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- ¿Los Dinamarca son buenos para correr la vaca?

"Hay de todo, buenos y de los otros, pero esto lo llevamos en la sangre, hay Dinamarca para rato".

El tío Quelo, ya tiene una tercera generación en esto del rodeo, a lo que el acota: "Así es, tengo nietos que ya están corriendo, incluso hay uno muy chico, que es mejor no bajarlo de un caballo porque se pone a llorar, es algo que se hereda, a mí me pasó, porque mi abuelo materno fue uno de los primero vaqueros de la familia, Juan De Dios Ubilla, y de ahí de generación en generación".

La gran estimación que le tiene la gente del rodeo es algo que le alegra: "Para mí es algo muy lindo, todos me saludan con cariño, le agradezco a todos, especialmente a la juventud, porque reconocen el hecho que algún día fui alguien en el rodeo".

- ¿Hay diferencias en el arreglo de antes y ahora?

"No, es cosa de gustos, algunos lo hacen de una manera, otros diferentes, todo es válido, pero siempre que se llegue al final de lo que se quiere, y no echar a perder los caballos antes de tiempo, hay que saber esperarlos, regalonearlos, y si necesita rigor, hay que dárselo, pero todos los caballos no son iguales, igual que las personas".

Llevado a otro ámbito, nos cuenta la historia de su Criadero Nahueltoro, y sus comienzos: "Lleva 53 años, en el he tenido de todo, buenos y malos, porque cuando uno se equivoca, lo hace por harto tiempo, lo digo por experiencia, una vez me equivoqué de reproductor, llegué a tener varios productos de la misma sangre y tuve que venderlos todos sin papeles, porque uno no puede engañar a las personas, hay que ser honrado, los vendí en la Feria".

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Respecto a la crianza en Ñuble, dice que "hay harta sangre buena, hay futuro" y sobre la  línea de sangre que tiene en su criadero también lo cuenta: "Hay Quebrado, Estribillo, Morcacho, hay varias líneas, hay 3 yeguas, línea del  Amigo Mío y el Lolo, tenemos potros hijos del Mediero, Romario, Diguillín, Requinto, unas potrancas hijas del Espejismo".

Un hombre lleno de vida aún, que derrocha alegría al conversar, que comparte su trabajo con la familia, mostrando en ello su gran calidad como persona, como padre, esposo y abuelo, y que recuerda como si fuera ayer, los caballos que le dieron grandes satisfacciones y alegrías corriendo con sus hermanos, el Tramposito, Totora, Tonelina, Vencedor, Ayayay(Tonel), Alaraca, Bambú y Corralón y la collera con la que obtuvo más triunfos, Comerciante y Tramposo, junto al último reproductor del Criadero, el Lolo.

Un corralero con historia, EJEMPLO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES, cuya trayectoria llena de logros fue reconocida hace algunas semanas por su Club Chillán, y que también está incluido en el Cuadro de Honor de la Asociación de Rodeo Chileno de Ñuble, cuya premiación se hará en la primera semana de Julio.

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