En la premiación con la cual la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Ñuble, que preside Mateo Rodríguez, culminó su Temporada 2014-2015, uno de los criaderos galardonados fue el Criadero Centinela de José María Martínez Cabrera, que tiene la particularidad de ser el más antiguo en la Asociación y plenamente vigente.

Juan Luis Martínez Fischer, uno de los hijos de José María Martínez Cabrera, conversó con Caballoyrodeo.cl acerca de este reconocimiento y qué significa para un criadero de corte muy familiar.

"El Criadero cumple 73 años este año y este premio es un reconocimiento a la larga trayectoria que tiene el criadero, que todavía tiene caballos corriendo y es de esperar que siga. Esto viene desde mi abuelo, después sigue mi papá, nosotros y luego vendrán los nietos. Ojalá no se acabe nunca", aseveró.

Hablando de los ejemplares que dieron partida al criadero, hace 73 años, manifestó: "Yo ni nacía todavía, pero creo que la Cucha fue de las primeras yeguas, las que se compraron en la Hacienda Rucamanqui. Esas las compró mi abuelo José María Martínez y ahí partió. Mi abuelo nunca corrió, le gustaba solamente criar. Después mi papá empezó a correr y ahí seguimos nosotros. Somos cinco hermanos, dos hombres y tres mujeres, solamente corremos nosotros los hombres", señaló.

"Corriendo ambos hermanos nos ha ido bien. Fíjese que a Rancagua hemos llegado seis o siete veces con los caballos criados, corridos por nosotros mismos. Tenemos dos Finales; quedaron los caballos en el Ranking en una oportunidad y los mejores exponentes han sido el Ultimo Bellaquito y la Primavera. En esa misma collera corrimos las dos Finales en Rancagua, que fueron los años 2003 y 2005".

Le preguntamos qué les interesa resaltar en la forma de criar, a lo que respondió: "Tenemos este criadero que los vemos nosotros mismos, corremos los caballos nosotros mismos. La verdad que muy pocas veces hemos corrido con gente de afuera. Siempre hemos tenido arreglador y todo, pero tratamos de correr los dos con mi hermano. Que sea algo netamente familiar, mientras se pueda".

Hablando de sangres presentes en el Criadero Centinela, explicó: "Tenemos un nieto del Bellaco. Mi papá le mandó una yegua a don Ramón (Cardemil) hace bastante tiempo y salió un macho. De ahí sacamos la mayoría de los caballos. Después metimos un poco el Estribillo. Pero el que pega netamente es el Bellaco".

Dijo también que su padre, José María Martínez Cabrera, está satisfecho con lo hecho hasta ahora, pero que actualmente resulta muy difícil tener caballos para competir.

"Está difícil  la cosa porque hay mucho criadero grande, mucho corral grande. Entonces, cuesta llegar arriba con los caballos. Yo creo que el último año que llegamos en caballos criados a Rancagua, fue por el 2009. La verdad que de ahí en adelante nos ha costado un poco más por lesiones de caballos o porque no se han dado las cosas. Así que esperar que luego se empiecen a dar los frutos nuevamente", expresó.

En cuanto a la continuación de la dinastía Martínez, comentó: "Mi hermano y una de mis hermanas tienen hijos más grandes y están bien entusiasmados. Ojalá que este año puedan empezar a correr, salir a rodeos de a poco, para que vayan agarrando la huella. Creo que queda Criadero Centinela para rato".

Finalmente, comentó, eso sí, que este año no va a correr por el criadero, que ya lo está haciendo con Jaime Paredes, del Criadero Santa Bárbara.

"Es una aventura, quiero ver cómo anda la cosa, si sigo o si vuelvo de nuevo a correr los caballos míos. Mi hermano está viendo con quien va a correr, no lo tiene claro todavía".