Por Hernán Ramírez Castex, hernanramirez@bioteq.cl

Desde la introducción del ultrasonido en medicina veterinaria en la década de los setenta su uso ha estado estrechamente ligado a exámenes reproductivos. Una de las aplicaciones de esta técnica en equinos es determinar el sexo fetal. Los primeros en hacerlo fueron Curran y Ginther en 1989, quienes lograron identificar el sexo del feto evaluando la posición del tubérculo genital por ultrasonografía transrectal entre los días 54 y 84 de gestación.

Desde entonces se volvió una práctica común para el médico veterinario, por la creciente demanda de criadores que requerían el servicio, integrando la determinación del sexo fetal equino a las demás rutinas de manejo dentro de un haras o criadero.

Comúnmente este examen se ha efectuado durante una ventana de tiempo estrecha, entre los 60 y 70 días de gestación y consiste en determinar si el tubérculo genital se ha desplazado hacia craneal o caudal desde la zona inguinal, encontrándose caudal al cordón umbilical en machos y ventral a la base de la cola en hembras. En este período las imágenes que producen los tubérculos genitales son muy pequeñas y la incidencia del ultrasonido puede generar bajo un mismo examen imágenes distintas, por lo cual se produce una alta proporción de diagnósticos errados si no es llevado a cabo por un profesional con mucha experiencia en esa técnica.

Es por esto que durante los últimos 15 años se ha implementado la realización del examen entre los 100 y 150 días de gestación, momento en que las gónadas son muy grandes en proporción al cuerpo, por lo que se puede distinguir claramente entre testículos y ovarios y, de esta forma, reducir los diagnósticos erróneos casi a cero.

Además esta etapa tiene la ventaja de poseer mayor desarrollo de otras estructuras como glándulas mamarias, pene y prepucio, ayudando a confirmar el diagnóstico al 100%.

Si bien en Chile la industria equina se encuentra todavía en desarrollo en comparación con países como Brasil y Argentina, en el último tiempo se ha visto un aumento en el requerimiento de determinar el sexo fetal por parte de los criadores. Esto responde tanto a motivos personales de propietarios como también para la planificación de ventas de yeguas preñadas de alto valor y proyecciones de flujo de fondos y organización a priori de ejemplares dentro de un haras según sexo.

Nuestro equipo médico ha efectuado desde el año 2009 a la fecha un total aproximado de 635 determinaciones ecográficas de sexo fetal entre los 100 y 150 días de gestación con un porcentaje de acierto de 96,8%, lo cual responde a lo publicado a nivel internacional y comentado anteriormente en este escrito.

Dr. Hernán Ramírez Castex

M.V, Dipl. en Reproducción Animal, Universidad de Chile

Director General BIOTEQ, Centro de Medicina Reproductiva Equina

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