El intenso trabajo de los arregladores en invierno

Durante el invierno la emoción de los rodeos se detiene y se refugia de la lluvia. Los caballos experimentados y los jinetes se van a descanso. Sin embargo, es el momento en que los arregladores más trabajo tienen. Ahí es donde forman la base del aprendizaje de los ejemplares nuevos. Una labor muy intensa, que requiere de mucha paciencia, tal como contaron destacados preparadores de mancos a Caballoyrodeo.cl.

Carlos López Amaro, el Mejor Arreglador de Cauquenes, señaló que "tras terminar la Temporada Chica los caballos que se corren van a descanso y ahí uno toma a los nuevos. A los caballos que quedaron empezados o topeados de la temporada pasada, se les sigue haciendo el mismo trabajo para que vayan adquiriendo mayor experiencia".

"El trabajo que les hago yo a los caballos nuevos es de harta troya, que aprendan a poner las patas en las vueltas, desplazamiento, topeo para que aprendan a enfrentar y defenderse con el toro. Todo con calma y paciencia, que es lo principal, porque un caballo nuevo es igual que un niño, si uno le exige mucho se va a aburrir y partirá para cualquier lado", agregó.

Respecto a lo exigente del trabajo durante el invierno, el preparador del Criadero Acrópolis sostuvo que "es duro… Porque en el verano uno corre los caballos hechos y disfruta del rodeo, pero en el invierno uno tiene que enseñarle a los que no saben. Eso es lo más complicado y lo principal, porque si usted no le enseña a un caballo a pasar las manos o las patas bien, resulta que en velocidad después se enredan y se pueden dar vuelta".

"Por eso hay que tener mucho cuidado en eso, en las primeras enseñanzas en un caballo nuevo. Yo por lo menos trabajo con guatana, el riendero y la frena. Pero casi todos los caballos nuevos los trabajo con guatana, porque el caballo al tener más dócil el hocico, al pelear no le va a doler. Si usted le pone algo duro, él va a pelear y le va a doler, entonces hará lo contrario", se extendió.

Como consejo, el ex arreglador de Gran Aventura, dijo que "tiene que ser todo suave, todo con paciencia y la mayor parte de este trabajo es darle tiempo al caballo para que madure. Si es un caballo muy nuevo y uno le enseña mucho, se va a reventar. Yo por eso no saco caballos muy nuevos a correr, saco caballos de seis o siete años, y gracias a Dios no se me ha fundido ninguno y van de menos a más siempre".

Por su parte, Guillermo Vásquez Martínez, Mejor Arreglador de Litoral Central, comentó que "por lo general, siempre descansan los caballos que están en competencia y trabajamos los caballos nuevos. Acá tenemos una pareja  de potros y una de yeguas nuevas, que se adelantan y ya quedaron topeando. Esta semana ya se pararon, porque acá en el norte el invierno es cortito. Entonces estamos preparando ya los caballos que van a competencia durante la primera semana de septiembre".

En el invierno, Vásquez, quien trabaja con Jaime Maruri, cuenta que se dedica a los caballos nuevos realizando "el arreglo de boca, que aprenda a volver bien, que tenga buena posición de las patas. Todo eso para después echarlo arriba del toro y topearlo. Todo esto tiene que ser muy detallado y no hay que saltarse etapas, todo tiene que ser con mucho cuidado. Si uno se apura, el caballo después pasa la cuenta, porque algo le faltó aprender".

"Después, una vez que se hace la postura, es difícil enseñarles a atajar porque el caballo va agarrando mañas cuando ataja mucho, porque no sabe. También tiene que ser todo despacio, hasta que el caballo agarre una madurez de siete u ocho años, ahí uno los puede apretar un poquito más", expresó.

Luis Alberto Yáñez Celis, el Mejor Arreglador de Talca, señaló que durante el invierno "hay caballos nuevos que se ve cuanto avanzan y que caballos pueden estar en condiciones para salir a correr en la temporada más competitivamente. Otros que son muy encachados, que son nuevos todavía, que hay que esperarlos un poco para sacarlos. Hay que ir afirmándolos de a poco, así que hay que tener mucha calma con eso".

"Tienes que tener mucha calma, no apurarse, saberlos llevar y tener mucho cuidado para hacer bien el trabajo. No pasarte, pararlos un poco, ocupar guatana, riendero, terminar de frenarlos y dejarlos que vayan madurando hasta que llegue su etapa y hora para salir a competir. Porque hay varios caballos que son muy encachados y que en poco tiempo hacen todo, pero ahí es donde uno tiene que tener la calma de saberlo esperar por la edad y porque ahora los rodeos son más jodidos, competitivos y el ganado es complicado de repente. Hay que saber cómo correrlos, para que el caballo pueda durar", agregó.

Sobre qué ejercicios realiza, Yáñez dijo que "hay varios… Galopearlos en la mañana, soltarles el cuello, que entren las patas, en la tarde sacarlos a caminar. Son todas cosas que van haciendo avanzar el caballo".

Otro que conversó sobre el trabajo que realiza en invierno es Raúl Reyes Vera, el Mejor Arreglador de Melipilla, quien dijo que "esta cuestión es igual que todo el tiempo en que uno trabaja los caballos, aunque con los nuevos es más suave. Es lo más complicado, porque en cualquier momento el caballo puede agarrar alguna mañita y cuesta sacársela, así que hay que hacerlo todo con paciencia".

"Hay que enseñar a galopear, a volver, enseñarle un poco la boca y varias cositas que tienen que aprender. Cuesta mucho quitar las mañas, así que hay que tener paciencia en la primera etapa de formación del caballo y del arreglo", agregó.

Mientras que con los caballos avanzados, el arreglador del Criadero Santa Sara de Mallarauco dice que "es menos complicado, pero es más exigente, sobre todo cuando uno quiere ser bien competitivo".

Por último, Luis Villarroel Pavez, el Mejor Arreglador de Cardenal Caro, dijo que "uno se dedica a los caballos nuevos. Se trabajan, se galopan, se troyan, se topean y ahí vamos de a poco trabajando los caballos".

"El trabajo de los caballos nuevos es de harta troya y de a poco irlos topeando. Hay muchos caballos que tienen harto temperamento, así que hay que tener mucha paciencia. Con los caballos más habilosos hay que tener más paciencia, porque es más fácil echarlos a perder que sacarlos, ya que como aprenden lo bueno rápido, también lo malo", añadió.

Sobre los caballos que están en competencia dijo que "a esos hay que prepararlos físicamente y nada más. Esos caballos son maestros y saben todo. Por eso con los caballos nuevos hay más trabajo, son la clave y hay que darse el tiempo para poder enseñarles y que salgan bien preparados".

El preparador que trabaja para Emiliano Ruiz, Humberto Ruiz y Ricardo Brancoli dijo que "ahora tenemos varios caballos nuevos, va a salir uno que se llama Relato y otro que se llama Repieza, todos esos son de Emiliano Ruiz. Entonces ahora están para sacarlos a correr".